Platos marroquíes para probar: sabores que te explotan en la boca
¿Alguna vez te has preguntado qué se siente al probar Marruecos con el paladar?
No estamos hablando solo de tajines y té a la menta. Estamos hablando de una explosión de especias, de texturas que se pegan a tu memoria, de aromas que te persiguen mucho después de volver del viaje. Si estás planeando visitar el país o simplemente te da curiosidad la cocina marroquí, este artículo es tu billete directo al festín.
Prepárate, porque vamos a repasar los platos marroquíes para probar sí o sí. Y no, no será una lista aburrida. Esto va con antojos, consejos callejeros y hasta una tabla comparativa que te salvará en el próximo zoco.
¿Por qué la comida marroquí es tan especial?
Antes de lanzarte a devorar harira y bastilla, vale la pena entender por qué la cocina marroquí es una de las más sabrosas del mundo.
- Usa una mezcla de especias que no se parecen a nada que hayas probado
- Se cocina con cariño, a fuego lento, como antes
- Cada plato tiene historia, herencia bereber, árabe, francesa, española
- Combina lo dulce con lo salado de formas inesperadas
Y lo mejor: es comida pensada para compartir. Aquí nadie come solo. Todo se pone al centro y se moja pan.
Los platos marroquíes para probar sin excusa
Te dejamos con los grandes protagonistas. Algunos son clásicos que encontrarás en cualquier rincón, otros son joyitas escondidas que valen la pena buscar.
Tajine
El rey absoluto.
El tajine es ese guiso cocinado en un recipiente cónico de barro que parece salido de una película antigua. Hay tajines de cordero con ciruelas, de pollo con limón encurtido, de kefta con huevo.
Cada ciudad tiene su versión y todas son increíbles.
Cuscús
El plato del viernes. Literal.
Tradicionalmente se come los viernes después de la oración, pero ya lo verás todos los días en los menús turísticos. Se sirve con verduras cocidas al vapor y carne.
El secreto: el caldo de especias que lo baña todo.
Pastela (Bastilla)
¿Tarta dulce con carne de paloma? Así como suena.
Hoy se hace más común con pollo, pero mantiene su toque dulce: azúcar glas y canela por encima.
Una bomba de sabor. Crujiente por fuera, jugosa por dentro.
Harira
La sopa que te calienta el alma.
Lentejas, garbanzos, tomate, cilantro, apio… todo lo que necesitas después de una jornada de zocos y calor.
Es tradicional durante el Ramadán, pero deliciosa cualquier día.
Zaalouk
Una ensalada tibia de berenjena con tomate, ajo y especias.
Simple, pero adictiva. Se sirve como entrante o acompañamiento. Con pan, siempre con pan.
Rfissa
Un plato de celebración.
Se hace con pollo, lentejas, pan desmenuzado (msemen o trid) y una mezcla potente de especias llamada msakhen.
Es casero, es generoso, es único.
Mechoui
Cordero asado lentamente, a veces entero.
Se deshace en la boca. Literalmente.
En los mercados lo ves colgado, brillando. Pide un plato, come con las manos. No te arrepentirás.
Tabla comparativa de platos marroquíes
| Plato | Ingredientes principales | Dónde encontrarlo | Nivel de picante |
|---|---|---|---|
| Tajine | Carne, verduras, especias | En todo Marruecos | Bajo a medio |
| Cuscús | Sémola, verduras, carne, caldo | Restaurantes y casas | Bajo |
| Pastela | Carne, almendras, canela, masa filo | Fiestas, restaurantes | Bajo |
| Harira | Lentejas, garbanzos, tomate | Durante Ramadán y zocos | Bajo |
| Zaalouk | Berenjena, tomate, comino | Entrantes y hogares | Bajo |
| Rfissa | Pollo, lentejas, pan | Hogares marroquíes | Medio |
| Mechoui | Cordero asado, comino, sal | Mercados tradicionales | Medio a alto |
Consejos para comer como un local
- No pidas cuchillo y tenedor. Se come con la mano derecha y pan.
- Comparte siempre. La comida es un acto comunitario.
- No te asustes si es muy dulce o muy salado. Es parte del juego.
- El pan es parte del plato. Literal. Es cuchara, es acompañamiento, es ritual.
- Evita el agua del grifo si no estás acostumbrado. Mejor embotellada.
Platos callejeros que también debes probar
- Sfenj – rosquillas fritas, gorditas y crujientes
- Brochetas – carne a la parrilla en los puestos de la plaza
- Bissara – sopa de habas, espesa y barata
- Baghrir – crepas esponjosas de mil agujeritos
- Msemen – pan plano frito, servido con miel o queso
¿Dónde probar los mejores platos marroquíes?
En casa de alguien.
Si tienes la suerte de que te inviten, acepta. Esa es la mejor comida.
Pero si no, aquí tienes lugares que no fallan:
- En Marrakech, prueba el tajine de cordero en Amal Women’s Center
- En Fez, la pastela de Dar Roumana es famosa
- En Chefchaouen, el cuscús de Beldi Bab Ssour es magia
- En Ouarzazate, busca el mechoui en mercados de barrio
- En cualquier zoco, busca un carrito que venda harira o bissara
Frases que debes saber para pedir comida
- “Bghit tajine dial djaj” → quiero tajine de pollo
- “Chwiya dial harira” → un poco de harira
- “Labas?” → todo bien? (¡te lo dirán mucho!)
- “Saha wa raha!” → buen provecho
Preguntas frecuentes sobre la comida en Marruecos
¿Es picante la comida marroquí?
En general no. Usa muchas especias, pero no suele ser picante como la mexicana o india.
¿Es segura la comida callejera?
Sí, si ves que hay gente local comiendo ahí. Fíjate si la comida está recién hecha y caliente.
¿Es fácil encontrar comida vegetariana?
Sí, hay muchas opciones: zaalouk, tajine de verduras, cuscús sin carne, ensaladas. Solo pregunta “bla lham” (sin carne).
¿El té marroquí es siempre dulce?
Casi siempre sí. Pero puedes pedirlo “bla skkar” (sin azúcar).
Conclusión: Comer en Marruecos es viajar más profundo
Lo que comes, cómo lo comes, con quién lo compartes… todo es parte de tu viaje.
Marruecos se saborea, se huele, se recuerda por la comida.
Así que no te limites a mirar menús en inglés. Atrévete a probar lo desconocido.
Y si no sabes qué elegir, solo di: “¿Qué está comiendo él? Quiero lo mismo.”
Funciona. Siempre.
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